Por: Beatriz Llanos

América Latina tuvo en 2022 tres elecciones legislativas: el 3 febrero en Costa Rica, el 13 de marzo en Colombia y el 3 de octubre en Brasil. Al observar los casos de Brasil y Colombia, en ambos países las mujeres obtuvieron los mejores porcentajes históricos de elección, aunque en muy diferentes magnitudes. Colombia superó el techo del 30% en la elección de senadoras con 30,4% y quedó muy cerca en la Cámara de Representantes, con 29,6% de mujeres. Brasil alcanzó un escaso, pero inédito, 19,2% de diputadas. En los dos países está vigente una cuota mínima de 30% para las cámaras de diputados, pero en Brasil no hay regulación para el senado y, en Colombia, aplica solo en circunscripciones con más de cinco escaños[i].

Estas medidas se aplicaron en listas en el marco de una “competencia electoral desnivelada” con obstáculos diferenciados que dificultan su participación igualitaria, tal como lo señala la publicación regional de Atenea “Surcando olas y contra olas, una mirada paritaria a los derechos políticos de las mujeres en América Latina”[ii]. A ello se suma un momento de “declive” de la situación y calidad de las democracias en América Latina, donde se observan discursos anti política y antisistema, hiperpolarización, campañas de desinformación que afectan la institucionalidad y ataques a organismos electorales, como señala el “Informe sobre el estado mundial de la democracia- Forjando contratos sociales en tiempos de descontento” de IDEA Internacional[iii].

a. ¿En qué escenarios se dieron las campañas de Brasil y Colombia y cómo afectaron a la participación de las mujeres?

La campaña brasileña tuvo una alta polarización, instalada en el país desde hace varios años con marcadas diferencias y conflicto entre derecha e izquierda, incertidumbre en los resultados, ataques a las instituciones judiciales/electorales y niveles de desinformación sin precedentes[iv]. Como señaló Ana Claudia Santano en el Podcast #AteneaEsParidad, los debates no correspondían a agendas políticas o para la sociedad, más bien estábamos hablando de (…) moral, lo que afectó muchísimo a las mujeres. Si las mujeres eran progresistas, eran atacadas. Si las mujeres eran más conservadoras, igual eran atacadas (…).

Polarización es una palabra que se repitió en la campaña colombiana. Sus orígenes se pueden rastrear en los procesos de negociación por la paz entre el Estado colombiano y las FARC (2012-2016) para poner fin al conflicto interno armado, el Acuerdo de Paz (suscrito entre las partes en 2016 con importantes disposiciones sobre igualdad de género) y la victoria del No en el plebiscito para su aprobación (2016)[v]. Juliana Restrepo, señaló en el Podcast #AteneaEsParidad que este proceso “dejó una sensación entre muchos grupos de no haber sido escuchados (…) quienes votaron en favor del Acuerdo fueron principalmente las víctimas, que son desproporcionadamente mujeres, grupos étnicos, sociales y de las regiones. Las elecciones fueron un momento en el que se revive este este tema y es una oportunidad para estos grupos de movilizarse nuevamente”.

b. En estos contextos, ¿qué factores explican los incrementos de mujeres electas en los legislativos de ambos países?

Según los diagnósticos nacionales realizados por Atenea en Brasil y Colombia, entre los factores que afectaban una mayor eficacia de las medidas de cuota aprobadas, estaban: en el caso brasileño la falta de sanción frente al incumplimiento y las estrategias de los partidos políticos para burlarlas[vi]; y en el caso colombiano, el diseño restrictivo de la medida que al aplicar a circunscripciones con cinco escaños o más, implica que para la Cámara de Representantes en 22 circunscripciones de 36 sea inaplicable[vii]. Si bien en Colombia, sigue siendo necesaria una reforma para regular la paridad en todas las circunscripciones, este incremento puede explicarse según Restrepo por “una combinación de las oportunidades estructurales que abrieron oportunidades políticas”. Una combinación que suma, desde su perspectiva, como elementos favorables una alta movilización de las mujeres; un importante impacto de la campaña de Francia Márquez[viii] y procesos de fortalecimiento de la participación de las mujeres impulsados por entes nacionales e internacionales.

Ello derivó, en “un número récord en candidaturas en las circunscripciones especiales de paz donde sí aplicó la paridad; el mayor número de mujeres indígenas, afrocolombianas y de la comunidad LGTB[ix] electas. En Brasil, Santano sostuvo que el incremento se debió a la suma de una mayor acción de la autoridad electoral para la fiscalización del cumplimiento obligatorio de la cuota, iniciativas de promoción para incrementar las candidaturas femeninas (impulsadas por una sociedad civil activa) y la organización de las mujeres a lo interno de sus partidos para exigir el cumplimiento de las acciones afirmativas que las favorecen. Aunque sea tímido el incremento, lo cierto es que “nueve mujeres fueron las más votadas en sus estados. Es decir, el electorado se está dando cuenta de que las mujeres no solo son buenas opciones, también son viables desde el punto de vista político y eso obviamente puede generar el interés partidista en fomentar mayores liderazgos femeninos”.

c. ¿Cuáles fueron los obstáculos para una campaña igualitaria entre hombres y mujeres?

Desde el análisis regional de Atenea, ya citado, se identificaron como algunos de los obstáculos para una competencia electoral igualitaria: el desigual acceso al financiamiento de campañas, violencia política basada en género, cobertura mediática deficiente o estereotipada y sesgos culturales y partidarios que cuestionan sus capacidades y liderazgos, entre otros. En las elecciones colombianas, el acceso a financiamiento de las campañas ha sido una valla adicional ya que, según Restrepo, “las mujeres no saben cómo reclamar los fondos estatales que les corresponden y (…) en algunos casos no pudieron acceder a los recursos hasta días antes que se terminara la campaña”. Además, la violencia política afecta las campañas de las mujeres, ya que si bien “la violencia afecta a muchos actores políticos (…) pero tiene un efecto especifico en las mujeres, porque están subrepresentadas y conviven con otras formas de violencia, (…) son víctimas de violencias diferenciales[x].

En Brasil, el tema de la inequidad en la financiación y la violencia política basada en género contra las candidatas también son importantes preocupaciones. En el caso de la violencia, para Santano, la particularidad es que “sigue aumentando, pero todavía es un tema desconocido por parte de la sociedad”. A estos obstáculos se suman, según ellala resistencia de los partidos políticos en promocionar y visibilizar el liderazgo femenina (…). Ellos siguen teniendo preferencias estandarizadas de candidaturas masculinas, blancas, de cierta edad”. Estas situaciones llaman a la acción y a las reformas. Pero, si quieres saber más de estas elecciones y las reformas planteadas para llegar a una representación paritaria y una competencia electoral equitativa, escucha este episodio en Atenea Es Paridad.

Beatriz Llanos. Abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Doctora en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid. Experta en Democracia e Igualdad de Género. Asesora Técnica de Atenea. Cuenta con diversas publicaciones sobre participación y representación política de las mujeres en América Latina.  

 


 

 

[i] Para una información detallada se pueden revisar los Diagnósticos Nacionales de Atenea sobre Colombia (2019) y sobre Brasil () disponibles en https://ateneaesparidad.com/recursos/publicaciones/?title=&keyword=&author=&year=&organization=atenea&pais=

[ii] Llanos, Beatriz (2019): Surcando olas y contra olas, una mirada paritaria a los derechos políticos de las mujeres en América Latina. Diagnóstico regional de Atenea. PNUD, ONU Mujeres e IDEA Internacional. Pág. 65.

[iii] Al respecto se puede consultar el artículo de Zovatto, Daniel (2022). “La democracia bajo asalto. Necesidad de renovar el contrato social para revitalizarla”. Disponible en La democracia bajo asalto: Necesidad de renovar el contrato social para revitalizarla | IDEA

[iv] En base a la participación de Ana Claudia Santano en el Podcast de #AteneaEsParidad “Mujeres en campaña. ¿Cómo fue el año 2022 para las candidatas en las elecciones legislativas de Colombia y Brasil?

[v] En base a la participación de Juliana Restrepo en el Podcast de #AteneaEsParidad “Mujeres en campaña. ¿Cómo fue el año 2022 para las candidatas en las elecciones legislativas de Colombia y Brasil?

[vi] Marques, Danusa y Flavia Biroli (2020). “Onde está o compromisso com as mulheres? Há um longo caminho a trilhar para se chegar à paridade”. Diagnóstico Nacional Atenea Brasil. PNUD, ONU Mujeres e IDEA Internacional.

[vii] Intervención de Juliana Restrepo en Podcast de #AteneaEsParidad “Mujeres en campaña. ¿Cómo fue el año 2022 para las candidatas en las elecciones legislativas de Colombia y Brasil?

[viii] Candidata afrodescendiente a la vicepresidencia por la coalición Pacto Histórico, actual Vice presidenta y Ministra de la Igualdad y Equidad en Colombia.

[ix] Intervención de Juliana Restrepo en Podcast de #AteneaEsParidad “Mujeres en campaña. ¿Cómo fue el año 2022 para las candidatas en las elecciones legislativas de Colombia y Brasil?

[x] Intervención de Ana Claudia Santano en el Podcast de #AteneaEsParidad “Mujeres en campaña. ¿Cómo fue el año 2022 para las candidatas en las elecciones legislativas de Colombia y Brasil?

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