Análisis del PNUD exhibe que las aspirantes a senadoras son 48,3% del total, mientras que a diputadas están en 44,9%,lo que significó un aumento de 7,4 y 3,5 puntos porcentuales en comparación con 2017.
Un avance en la participación de las mujeres reflejan las candidaturas al Congreso, acercándose a la paridad.
De acuerdo con un análisis hecho por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PUND) sobre el género de quienes se la juegan este domingo por un cupo al Senado, el 48,3% (84) son mujeres, mientras que para la Cámara de Diputados son el 44,9% (564).
Esto, comparado con las postulaciones en los comicios de 2017, significa un aumento de 7,4 y 3,5 puntos, respectivamente.
Si bien ya en 2017 hubo un progreso -tras la reforma de 2015 que estableció cuotas de género de 40% y 60%- con estos resultados se percibe “aceptación de una realidad” por parte de los partidos, según la asesora en Género y Gobernabilidad de le entidad, Elizabeth Guerrero.
“Lo que vimos en 2017 es que tocó y hubo que hacerlo (…) pero yo creo que seguía habiendo resistencia”, reflexiona.
A la luz de las inscripciones en el Servicio Electoral (Servel), interpreta que el mecanismo de cuotas “ha demostrado que los bloqueos a la participación de las mujeres estaban principalmente en los partidos políticos”.
En el análisis destaca la serie de cambios sociales que llevó a que en el país se instalara una Convención Constituyente paritaria. Ellos, explica, se vieron representados en las manifestaciones masivas ligadas a visibilizar “la importancia y la presencia de las mujeres”.
Como antecedente, la experta menciona al movimiento feminista de 2018 con las universitarias, las del 25 de noviembre, el 8 de marzo y finalmente, el estallido del conflicto social de octubre 2019 con la presencia de mujeres.
“Los partidos han asumido esos cambios y eso se ve en el importante aumento en los porcentajes de candidaturas”, asevera.
Correlato en las elecciones
Con una legislación que fija cuotas a nivel nacional, en el análisis por regiones Guerrero destaca que a pesar de que se ven “algunas diferencias” entre ellas, en todas los porcentajes de candidatas superan el 35% y “hay varias que se acercan a la paridad”.
Por lo tanto, a su juicio, es momento de avanzar en mecanismos que aseguren la paridad para lograr una participación equilibrada a nivel regional.
Aun cuando esto es un buen indicio falta camino por recorrer. De acuerdo con el ranking del Inter-Paliamentary Union 2021, Chile se ubica en el puesto 100 (de 188), con una representatividad de mujeres electas de 22,6% en la Cámara Baja y 25,6% en la Alta.
La delantera en Sudamérica la lleva Bolivia con una proporción de 60% y 55,6%, respectivamente según cámara.
Le sigue Argentina, que desde 1991 tiene ley de cuotas para las candidaturas y en el mismo ranking (según los datos al 1 de enero de este año) son el 42,4% y 40,3%.
Para Guerrero el hito de la Convención en Chile demostró que la ciudadanía está dispuesta a votar por mujeres, que son competitivas y que -sumado a los cambios culturales- “el protagonismo de las mujeres ya dejó de ser tan cuestionado”.