En las últimas dos décadas en Latino América, han habido importantes avances a nivel normativo en lo que a promoción de la participación política de las mujeres se refiere.

Es así que de los 18 países Latinoamericanos, 16 han implementado algún mecanismo de acción afirmativa orientado a incrementar la participación de las mujeres en las listas electorales; de esos, además, 5 países han aprobado la paridad: Bolivia, Ecuador, Costa Rica, México y Nicaragua.

A pesar de estos importantes avances normativos, a nivel regional aún persisten grandes inequidades de género en la arena política. Así por ejemplo, a pesar de que el porcentaje promedio de mujeres parlamentarias en la región en 2017 es 28.1%, ocupado el segundo lugar a nivel mundial, aun no se logra superar el 30%.

Pero, además, ese promedio encierra grandes diferencias en la representación parlamentaria en Cámara baja o única entre los diferentes países de la región. Por un lado encontramos 4 países en los que sus parlamentos tienen más de 40% de mujeres electas: Bolivia, México, Ecuador, y Nicaragua, lugares donde se ha aprobado la paridad y alternancia en listas electorales.

Mientras que hay otros casos donde hay una clara sub-representación femenina con menos de 20% de mujeres en sus Congresos.

Estas inequidades no son exclusivas de los puestos de elección popular pues también persisten dentro de los partidos políticos, organizaciones que son pieza clave para el impulso de una mayor presencia de mujeres en espacios de toma de decisión.

Estas inequidades se reflejan claramente en la organización y estructuras partidarias como se ha podido ver en los estudios realizados por IDEA Internacional y el BID. Las investigaciones hechas entre 2009 y 2015 muestran que en los partidos hay brechas de género que aún no son superadas y se perpetúan en el tiempo mostrando un patrón constante: A nivel de militancia la presencia de hombres y mujeres es muy similar, sin embargo en los niveles y espacios de toma de decisión la participación de mujeres es cada vez menor revelando la existencia de una “Pirámide de poder” en la que la que a “más poder hay menos mujeres”.

¿Cómo se han logrado los avances alcanzados?

Históricamente, todos los avances que se han logrado en materia de participación política de mujeres no han sido procesos fáciles; por el contrario han sido procesos largos que han implicado confrontación y duros debates públicos y políticos.

Las alianzas entre mujeres políticas, movimientos sociales así como parlamentarias y parlamentarios han jugado un papel fundamental pues han conseguido una importante movilización ciudadana que ha permitido poner en la agenda política y pública la necesidad de generar cambios en el ejercicio de poder y ha tenido como norte la ampliación del concepto de democracia y ciudadanía para la inclusión de las mujeres en condiciones de igualdad.  Los casos de Bolivia, Ecuador y Costa Rica sistematizados por IDEA Internacional y la OEA-CIM son algunos ejemplos de estos procesos.

Además, en cada país se han realizado acciones creativas diferentes como campañas públicas.

Un ejemplo exitoso es la campaña 50/50 Paridad es Ahora que se implementó en Bolivia. La campaña que acompañó al movimiento de mujeres organizadas, demandaba la aplicación de la paridad y la alternancia, pues a pesar de tener la norma aprobada, aun había debilidades en su aplicación disminuyendo la efectividad de la misma. Los resultados fueron exitosos pues se logró un nivel de representación del 53% en la Cámara de Diputados y 46% en la de Senadores.

La campaña boliviana  consideró que solo el número de mujeres, aunque  importante, no era suficiente.  Parte fundamental de los esfuerzos realizados, se destinaron a la construcción de una Agenda Política desde las Mujeres que promueva y garantice los derechos políticos, económicos y sociales de las mujeres.  El éxito de esta campaña en gran medida se debió a las alianzas y sinergias establecidas entre  diversos actores: políticos, sociedad civil, organismos internacionales entre los que IDEA tuvo un papel importante.

En la labor de promover una democracia más equitativa, es importante contar  información que permita tomar decisiones.   En ese sentido IDEA Internacional, el PNUD y ONU Mujeres vienen implementando en Latino América  “Atenea», un sistema de monitoreo integral que permitirá dar cuenta del progreso en el diseño de políticas de paridad en la región.  Esta es información para la acción.

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