Argentina obtuvo una nota de 44,7 sobre 100 en un índice de paridad política impulsado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y cuyo informe, presentado hoy en Buenos Aires, evidencian los desafíos para la participación igualitaria de las mujeres en los ámbitos de decisión política.
Con esa puntuación, el índice coloca a Argentina en un punto intermedio entre los otros seis países latinoamericanos donde también se realizó la medición.
El índice toma en cuenta ocho grandes dimensiones y cuarenta indicadores y su elaboración forma parte del proyecto Atenea, un mecanismo para acelerar la participación política de las mujeres puesta en marcha por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ONU Mujeres y el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional).
El informe sobre los pormenores del índice, titulado «La paridad política en Argentina: avances y desafíos» y presentado hoy en el Senado argentino, pone en evidencia la baja presencia de las mujeres en la Justicia, en particular en la Corte Suprema y la Cámara Nacional Electoral, y en el Ejecutivo nacional, a nivel de ministerios y secretarías de Estado.
También es muy baja la participación femenina en los ámbitos de decisión de los partidos políticos, como así también en los gobiernos locales, donde tan sólo un 10 % de los alcaldes es mujer.
Aunque aún lejos del objetivo de la paridad (50%), el panorama es mejor en el Parlamento, en parte porque en 1991 Argentina se convirtió en pionera en Latinoamérica al aprobar una ley que establece un cupo mínimo del 30 % de mujeres para la conformación de las listas de candidatos a legisladores nacionales.
Desde entonces, otros 16 países latinoamericanos adoptaron normas similares, lo que hizo que en la región el promedio de legisladoras se triplicara entre 1992 y 2015, pasando de un 9 % a casi un 30 %, según destacó en la presentación Benigno Rodríguez, representan residente adjunto PNUD.
«América Latina es la región del mundo con más legisladoras, solo superada por Europa del Norte, con un 41 %. Pero todavía seguimos lejos del ideal de la plena paridad», comentó Rodríguez.
Gracias al cupo, Argentina llegó a ocupar el sexto puesto mundial entre los Parlamentos con mayor porcentaje de mujeres, pero desde 2009 su posición declinó hasta el actual puesto 29, en parte por un mayor avance en otros países.
En las elecciones de 2015, el 41,8 % de los candidatos a diputado y el 50 % de los aspirantes a senadores fue mujer, pero el porcentaje bajó al 17 % en Diputados y al 11,2 % en el Senado si sólo se consideran a las mujeres que encabezaron las listas de candidatos.
La actual conformación del Parlamento, marca un 35,6 % de mujeres de Diputados y un 27,5 % en el Senado.
«La incapacidad de romper del techo de una participación superior al 30 % lleva a la necesidad de analizar nuevas estrategias que permitan replantear los términos de la participación de las mujeres en los espacios y en los proceso de tomas de decisiones», afirmó Rodríguez.
El salto será pasar del cupo del 30 % a la paridad «50-50 %», incluida en un proyecto de ley de reforma política que ya tiene media aprobación en el Parlamento pero cuya votación definitiva ha quedado rezagada hasta septiembre por lo que no regirá para las elecciones legislativas que se celebran este año.
No obstante, la paridad ya es ley en algunas provincias argentinas y en otros distritos, aunque no es obligatoria, los partidos han presentado para los comicios listas con igual participación de hombres y mujeres porque, como afirmó la senadora Marina Riofrío, del kirchnerista Frente para la Victoria, «este es un tsunami imparable».
«Se trata de consolidar el avance de las mujeres porque no es lo mismo que estemos o que no estemos en la vida política», dijo en la presentación Riofrío, presidenta de la Banca de la Mujer del Senado argentino.
Fabiana Tuñez, titilar del Consejo Nacional de las Mujeres, destacó el compromiso de las mujeres en el Parlamento, dando el debate en las sesiones «hasta último momento» y apostando por el diálogo y el consenso.
«Vamos a apoyar cada una de las iniciativas de la agenda de género para lograr que en las próximas elecciones nacionales podamos decir que en las listas de todos los partidos hay un varón y una mujer. Más mujeres, mejor política», aseveró Tuñez.